La salud primal se construye a partir de las condiciones de aquella etapa que abarca desde la gestación, el periodo perinatal y el primer año de vida, reconociendo qué elementos y acontecimientos de este periodo están asociados a comportamientos posteriores en la salud y vida de las personas.

Este enfoque epidemiológico considera las primeras etapas de la vida y su relación con la forma en que se han desarrollado enfermedades como la anorexia, el autismo, el alto índice de suicidio adolescente o la violencia. Los beneficios de la lactancia materna para el desarrollo y salud adulta de las personas, su capacidad de contacto y placer, su capacidad de amar y empatizar está mediadas por las costumbres culturales y tendencias médicas de las sociedades.

De uno de los períodos claves de la vida que ha recibido más intervencionismo como es el nacimiento. ¿De qué sociedad nos habla un índice de cesáreas del 50%? ¿Qué pasa con la salud individual y comunitaria de ciudadanos alimentados con sucedáneos lácteos en biberones plásticos, privado del contacto piel a piel con su madre al momento de nacer y también después…?

El periodo primal corresponde al período de germinación y maduración del sistema adaptante principal que involucra de manera sustancial a los sistemas neurológico-endocrino-inmune. Transformar las experiencias de gestación, nacimiento y primer año de vida de las personas fortalece los niveles de bienestar y las relaciones humanas de cooperación que son la base de la sociedad, las familias y los grupos sanos